Cariñosamente le apodé “El putero”, simple pero acertado, le gustaba la coca, las putas y la fiesta, también tenía aficiones mas loables como por ejemplo, la pesca de río. Cada vez que quedábamos para ir a pescar, o bien no se había acostado, o terminábamos muy pronto de pescar para almorzar y a eso de las 12 de la mañana meternos el postre. Unos tiritos y cerveza hasta la hora de comer y como hambre teníamos poca, un café, mas tiritos y claro a esas horas apetecía ya un cubata para empezar la tarde, mas tiritos y hasta terminar la noche… todo un deporte eso de la pesca.
Una tarde me recogió en su Fiat Barchetta rojo, él trabajaba de contable en una buena empresa de Albacete y funcionaba bien, por aquel entonces yo tenía mi propio negocio y claro ¿Qué amistades iba a tener? … La créme de la créme… metió la mano en la guantera, sacó lo que le habían regalado sus amigos y me lo dejo entre las piernas.
Una Astra de 9 mm. con el cargador vacío. ¡Que detalle!
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