viernes, 26 de octubre de 2007

QUE EL DIABLO LA TENGA EN SU SENO, HERMANA

De adolescente realizaba varias actividades deportivas…… ¿Cóooomo? ……Que si leñes, que además de ponerme hasta el culo de tó, tamien practico argo de deporte ”Como te digo una cosa te digo la O” (que diría Sabina) Bueno a lo que íbamos, que me distraéis del hilo de la historieta……. Mis actividades estaban relacionadas con la gimnasia deportiva, el suelo, las paralelas, el potro con aros, las anillas y esas cosas. Pero practicábamos también otra actividad que era el salto en cama elástica.

A un profano en el tema el dar saltitos sobre una cama de muelles le puede parecer una gilipollez, pero en realidad es toda una disciplina olímpica que los rusos practican desde hace años y la llaman trampolín. Cualquier persona que suba por primera vez en una de las camas que ponen en las ferias comprobará que es muy difícil dar dos botes seguidos en el mismo sitio, por lo que apreciareis que dar dobles y triples saltos mortales hacia delante o atrás, o realizar cualquier tipo de piruetas acrobáticas requiere muchos años de ensayo. Si no lo apreciáis os lo juro yo, que como en casi todo lo demás no destaqué en este deporte pero me lo pase de puta madre y me reí un montón.

Casi todas las tardes me acercaba con mi bicicleta Derbi Rabasa (sin guardabarros, para frenar con la zapatilla directamente sobre las cubiertas de las ruedas) me acercaba como decía a la CEDES de la carretera de Ayna donde tenían un complejo deportivo de los de la época. Una vez dentro, en el pabellón, ya me esperaban Alín, Antonio, Manolo, el rayas verdes, Luís, Quique, Carlos, Bienve y unos cuantos mas que nos iba aquel rollo. Todas las tardes la cama se desplegaba para usarla y se plegaba y guardaba una vez terminada la sesión de entrenamiento. Mientras uno saltaba, los demás practicábamos en las anillas, en el potro con aros, en las espalderas, en las paralelas o haciendo piruetas en las colchonetas del suelo.

Al terminar, todos ayudábamos a recoger algunas cosas y un mínimo de cuatro personas (tres si eran muy burros) eran necesarias para recoger la cama elástica. Esta se plegaba por la mitad y se subía en unas ruedas que se le acoplaban a los lados con un esfuerzo considerable y con la precaución necesaria para que no se fuese hacia los lados, ya que el armatoste pesaba bastante y si se volcaba necesitábamos más ayuda para ponerla en su sitio.

Una tarde al plegarla, la cama se soltó de un lado y el dedo corazón del pie izquierdo de Manolo le dio en la boca al Antonio, buscaron rápidamente a alguien con un coche y se lo llevaron a que lo atendieran donde fuese. No se porqué motivo llegaron al Sanatorio de Santa Cristina que por aquellos tiempos regentaban unas hermanitas de la caridad.

El Manolo, blanco y frío como un cadáver, desencajado, con una camiseta sudada y ensangrentada puesta en la punta del pie, sentado a la sillita de la reina sujetado por el Alín y el Antonio, y al lado el Bienve que en la mano llevaba el dedo envuelto en un pañuelo lleno de mocos. Los cuatro allí, en la recepción del sanatorio explicándole a la hermanita de la caridad lo ocurrido.

La hermana, esa mujer que llevaba grabado a fuego en su diminuto cerebro tantos años de dedicación al bien y a la caridad, y a la buena fe, y al escrupuloso cumplimiento de los mandamientos de su adorado dios y todo ese benigno misticismo que rodea la figura de una persona de bien, quedó patente en su pronta respuesta a la vista de las cuatro ovejas que le solicitaban su ayuda ¡ES QUE AQUÍ LOS SERVICIOS SON DE PAGO, TENÉIS QUE LLEVARLO AL HOSPITAL!

Si el azar o la casualidad, en vez de a una grotesca replica de Batman, hubiese hecho salir a un médico, quizás mi amigo Manolo tuviese hoy su dedo en el pie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jejeje....que pasó con el dedo? os lo comisteis? o lo pusisteis en vitrina para recordar el hecho? válgame la virgen que burraskos sois........a ver si escribimos masssssss que estas de un gandul..

Tu incondicional.Besos