En la mesa de escritorio de la habitación del hotel, cuatro rayas de farlopa y sendas copas para celebrarlo, la ocasión lo merece, se casa mi colega, mi camarada, mi compadre, mi amigo, joder, pues claro, cojooones, es un día muy importante y hay que pasárselo bien, queee ostias.Llaman a la puerta de la habitación y se escucha un agitado cariiiiiiiiii, neeeeeeene, ¡Ostia es la novia!
Esa novia que ilusionada lleva meses preparando este día, la lista de invitados, la elección del restaurante, el menú de la cena, ¿Y el vestido? ¿Qué me decís del vestido? Va preciosa, con ese velo, ¿Y el ramo? ¡Que lo ha cogío su mejor amiga! Seguro que tiene tanta suerte o mas que ella. Esa novia enamorada de su hombre, de su machooorro. Esa novia que le acaban de decir “hasta que la muerte os separe”.
Mi colega, mi compadre, mi amigo. Con un pedo ya en esos momentos, mas que lucido, entreabre la puerta de la habitación y le dice; Joder, nena, espérate un momento que ahora bajo, no seas pesaá, coooño…….. que estoy aquí tratando unos asuntos con mi colega.
A los dos meses se separaron.
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