Un día, un ángel me regaló un libro. “Seda”, de Alessandro Baricco. Eso ocurrió el siete de septiembre del año 2007. Yo le regalé un sol, le regalé una ciudad entera, le regalé una familia, le regalé unos amigos…..también le regalé mi conversación, le regalé mi energía, le regalé unos gazpachos y le regalé mi risa…….
Le regalé mi vida.
Ahora, al escribir estas líneas, tan solo puedo pensar que todo eso no fue suficiente.
Le regalé mi vida.
Ahora, al escribir estas líneas, tan solo puedo pensar que todo eso no fue suficiente.
2 comentarios:
Tambíen es cierto que donde las dan las toman.....jajajajaja
Efectivamente....y funciona en ambos sentidos...jajajajajajaja y rejajajajaja
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