martes, 23 de noviembre de 2010

MELANCOLÍA

Miró fijamente a los ojos del infante de la imagen y comenzó a cubrirle una espesa niebla de nostalgia que deseó le arrastrase al interior de la fotografía. Trasladarse a otras épocas de sosegada paz extraviada ahora con el paso de los años. Al apego incalculable de una joven madre y la seguridad imbatible de la mano de su padre. Se sintió un pajarico desangelado y recordó el olor de la leña quemándose en la chimenea y la figura de un abuelo que leía al sol.

Candida existencia profanada por el tiempo. Irremediablemente agotada en el transcurso de soplidos a velas de cumpleaños.

Bendita e irrecuperable inocencia.
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno..., Ánimate!!! Al Trapote actual sigue apeteciendo darle unos apretones como al de la fotito en cuestión...,no todo se ha perdido Unos cuantos de Besos!!! Perdón: De Apretones!!!! jajaja