martes, 5 de mayo de 2009

PRIMER SEXO

Resultó muy emocionante, inolvidable mas bien ¿No dicen que la primera vez nunca se olvida? Pues, permitidme calificarlo así. Me pilló en el campo, como casi siempre. Después de comer, el sopor producido por la digestión y el calor, empezó a bajarme la sangre a la entrepierna y las hormonas contribuyeron al resto. Allí, justo a mi lado, dándome la espalda, estaba ella. Miré a nuestro alrededor para comprobar que nadie observaba, y sin mediar palabra me incorporé bajándome la bragueta. Tan solo con cogerla por detrás, ella sabia lo que iba a pasar. A los doce años, mi todavía infantil mástil, sintió por primera vez la agradable calidez de introducirse en otro sexo. A cada envite, notaba como mis bolitas se aplastaban contra su culo. Empujé y empujé, cada vez más fuerte, cada vez más aprisa, cada vez más sintiendo como desde la bragadura me iba subiendo una placentera sensación hacia el cerebro, hasta que en uno de los envites me bajó todo un torrente que salió por la punta de mi polla e inundó aquel sexo, mojándome los huevos en los últimos envites y chorreándome muslos abajo. Después de probar ese primer sexo vinieron otros. Más grandes, más pequeños. Una vez, hace ya años, ¡Hasta estuve con una chica!, aquí, en el pueblo. Pero solo me duró unos meses. Las mujeres son muy complicadas y traen muchos problemas.
Prefiero seguir así, en el campo, con mis cabras, mis gallinas, mis vacas, la burra…las amo a todas.
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Complicas?? Jajajja escamao no??? o no atinas con las mozas o las mozas no atinan contigo. Y menos burras, vacas y leches en vinagre. Jajajaja Maca Maca.

Anónimo dijo...

Nada como volver al cachondeo Se pone usté serio y no le escribe ni Dios jajajaja Está usté seguro de que la historia que nos narra fue a los doce años con una cabra, una burra, una vaca,...????? jajajajajaja