
Vestida de negro, olvidada en un cuarto, cubierta de polvo… de ese polvo que vuela entre el rayo de luz robado al sol por una rendija de la carcomida ventana. Junto a una colcha vieja de mi abuela. Frente al marco dorado con la fotografía de mi comunión, allí se quedó…
Como ya os comenté hace poco me enamoré y finalmente me compré otra, y claro a esta tuve que dejarla en el trastero… ¡Me supo mal, peeero!
Como diría algún Heredia ¡Asin es la vida!
1 comentario:
pero te llevaste la foto la comunion? con lo bonico que estabas tu jajaja con esa raya al lao aaaaaaaaaajajaja vuelve a por ellaaaaaaaaa cuerpoooo
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