Algunos años rodeado de ataviados de tipos duros, me estaban haciendo perder la esencia. Al lado de encueraos en negro, con barba de cuatro días, con botas camperas de piel de serpiente y envuelto de gasolina, ruido de escapes y tazas metálicas colgando del cinto…..centrado solo en eso… ¡ME ESTABA CONFUNDIENDO! Menos mal que he rectificado a tiempo…. ¡Menos mal! … montar en moto es; que a uno le gusten los vehículos de dos ruedas, que disfrute subido en una de ellas y que haga kilómetros, muchos kilómetros, sin importarle la marca, el estilo o la cilindrada, montar en moto es vacilar en una Custom, hacer cabriolas en una de Trial, tumbar en una “R”, viajar en una Touring y cruzar un río con una Trail ¡ESO ES MONTAR EN MOTO!Lo demás es superficial, es parafernalia añadida; cazadoras con flecos, monos de colores, chaquetones de elite, sofisticados cascos integrales de chillón policromático, escuetos orinales que solo cubren la tapa de los sesos, pantalones de cordura, espinilleras de cross….Que mas da el disfraz, yo lo que quiero es; ¡MONTAR EN MOTO! Espero no volver a dejarme llevar nunca mas por lo pueril, por lo menos importante, por las caretas, las poses y los colores, espero tomarme con alguien que monta en moto y disfrazado de mi mismo, una buena cerveza fría, un whisky de malta, un Red Bull, un buen ribera del Duero o cualquier otra cosa que se tercie… sin distinciones…sin etiquetas…¡SIN ENCASILLARME!
Os contaré algo que quizás algunos no sepáis. En los años ochenta se puso de moda un bar de rudos moteros en San Francisco, el “Lone Star”. A día de hoy ese garito no solo sigue existiendo si no que, además es un referente indiscutible de una variante concreta del mundo gay, “Los Osos”.(Su bandera es la de la imagen) Dentro de este movimiento alternativo, un Oso, es un tipo fornido, con barba de lija y de pelo en pecho, que marca paquetaco en los vaqueros, ese osaco geypermanesco que haría las delicias de cualquier George Michael o Freddy Mercury, ese oso que sueña con un gran pollón venoso recorriéndole sus entrañas (fíjate, sueñan con lo mismico que casi toas las tías que conozco) en fin ya me entendéis, ese tipo de oso. Os cuento esto, porque en todos estos años, más de un motero despistado parará en el cubil a tomar una cerveza y comprobará de repente y sin anestesia ni ná, algo tan usado, pero no menos cierto; ¡LAS APARIENCIAS ENGAÑAN!
Desgraciadamente, yo también lo he comprobado. En estos años he conocido a muchas mariconas disfrazadas de aprendices de tipo duro.
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