viernes, 11 de octubre de 2013

CULPABLE



Si, soy culpable. Lo admito. El culpable de que todas mis relaciones de pareja anteriores hayan fracasado, soy yo.

Ellas en realidad eran todas unas excelentes mujeres. Las había cultas, educadas, guapas. Las había sinceras, buenas cocineras y hasta delicadas. La mayoría de ellas poliglotas, valiosamente entregadas para la vida en pareja. Superdotadas para la comprensión, amigas, amantes e intuitivamente maternales con mi desvalido proceder. Las había que eran unas fieras en la cama (todas supieron sacar de donde no había). Unas damas en las relaciones sociales. Limpias, hacendosas, inteligentes, receptivas, compañeras, colegas. Las había esculturales y las había con el culo gordo, con las tetas grandes, con las tetas pequeñas, con un coño como la boca un metro, con una delicada entrepierna, con una boca sensual, con una ciénaga por boca. Las había rubias, morenas, con el pelo corto, largo, rizado, calvas, altas, bajas, enanas, negras, asiáticas, europeas, de ciudad, de pueblo , de aldea.

Si, definitivamente soy culpable.

El imbecil fui yo.