viernes, 19 de junio de 2009

ATENCIÓN CONCENTRADA Y DIVIDIDA

Hace unos días me distraje unos instantes mientras miraba encima de un scooter, un tanga azul que portaba su propietaria. Al subir las dos piernas para emprender la marcha aún se le bajó más el ajustado pantalón y todos los señores y no tan señores que íbamos detrás, creíamos ver ya el culo entero de la doncella. Tan embelesados estábamos todos con la goma de braga, que el automóvil que habitaba el carril contiguo al mío creyó que se le escapaba el seductor panorama que tenía a escasos centímetros de él y aceleró su BMW sin percatarse de que el vehículo de delante todavía estaba parado. Una pena, en el espejo de mi retrovisor pude atisbar la bronca mientras me alejaba. Continué mi camino y en un paso de cebra frenamos en seco una flagoneta y un servidor que, atentos a las normas de trafico y conducción vial dejamos pasar dos largas piernas que trasladaban montadas en sendas alpargatas de tacón de esparto a una escultural rubia que balanceaba sus caderas al tiempo que sus enormes tetas subían y bajaban mas de dos palmos en cada zancada. Arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo….Un abuelo con bastón incluido que también cruzaba en ese momento torció tanto el cuello para no perderse el espectáculo, que cuando quiso coordinar sus movimientos para terminar de cruzar se dio de bruces con una señal de tráfico que había en la acera dejando caer su bastón y echándose las manos a la cara. Como enseguida lo atendieron otros transeúntes, seguí mi camino hacia el supermercado. Cuando llegué, aparqué mi coche en el parking de la gran área comercial y me dirigí hacia la entrada. Conforme me acercaba vi una especie de barraca con grandes carteles de una bebida refrescante, una promoción de esas de verano. Dos morenazas con unas ajustadísimas mallas que dejaban ver unos hermosos labios todavía más bonitos que los de su boca y unos top igual de ceñidos que apretaban unos redondos y generosos globos….tuve que apartarme de un ciclista distraído por tal derroche de carne….finalmente se empotró en el carrito de una señora.

Y ahora hablemos del calor,
de los culos, de las tetas,
de las miradas secretas,
de este insaciable furor.

Pariome mi madre mozo,
en campo de tantas flores,
que al apretar los calores,
viéndolas a todas gozo.

Encajado en un esquina,
acabó como un cabrón,
aqueste salio varón,
por tanta doncella fina.

Al andar con un volante,
peligroso es el mirar,
lo normal es acabar,
empotrado en cualquier parte.
.